20.5.11

ESTRATEGIA POPULAR EN GODELLA II



¿Están locos estos romanos?

¿Os acordáis cómo empezaba el artículo que publicamos el 1.12.10 y que titulamos Estrategia popular en Godella? Algunas de aquellas palabras siguen teniendo sentido, transcurridos cinco meses,

“¡Qué poca credibilidad democrática! ¡Qué absurda estrategia la de intentar demostrar que todos los políticos son iguales! ¡qué no!, ¡hay diferencias y hay mucha gente honrada!

La Comunidad Valenciana ha sido durante unos años territorio de desmanes urbanísticos, de chanchullos, de delitos, y la mayoría están sellados con el consentimiento, la irresponsabilidad y el abuso de poder de los amigos del PP y de algunos de sus representantes.


¿Qué hacer cuando la burbuja estalla? ¿Qué hacer cuando no hay quien sostenga su Tierra Mítica y hay tantas deudas? ¿Qué hacer cuando los regalos a cambio de prebendas se hacen públicos? La estrategia tiene un nombre y unos personajes florentinos que se convierten en romanos y deciden, con dinero por delante, denunciar a los ayuntamientos socialistas y de izquierdas, y a los políticos que permanecen irreductibles y que no aceptan sobornos, ni dádivas ni chanchullos. Cuando no consiguen arrasar estas aldeas rojas, pese a rodearlas con su ejército de especuladores, se infiltran en sus ayuntamientos, envenenan las relaciones de sus ciudadanos y ciudadanas con falsedades y hacen denuncias sin fundamento a la Fiscalía, al Tribunal de Cuentas y a quién se les ocurra, policía incluida.
Denunciar no cuesta nada y si sale en la prensa mejor. Confunden denuncia con imputación, imputación con acusación y siembran maledicencias contra el honor de las personas que trabajan por su pueblo. Después con el tiempo...todo es mentira”.

Lo recuerdo, porque los galos querían decir algo en esta campaña electoral y no les hemos dejado hasta hoy.
 Y claro,  siempre pienso en los romanos que asediaban la aldea de Astérix y Obélix. Sus maquinaciones y asaltos se convertían en sonoros fracasos, después de pasar por el penoso y tremendo títular de miseria intelectual y la risa de los galos.

En la Comunidad Valenciana, tenemos nuestros particulares romanos, como en los libros de Asterix y algunos ya los conocéis: Merluzius Campus, general romano, Caius Bonus también llamado Balasc de la Ribera, ambicioso instigador, que cada vez está más al descubierto. Después de mamar de las ubres de la izquierda gala, se volvió contra los que le criaron y despliega su conocimiento y arte en favor de los romanos. Y en Godella, la Lutecia de la huerta, aldea roja y gala, coloca a Calígula Minus, conocido como Secretus Municipalis, aunque en su pueblo le llaman Empresarius Maximus, porque sabe mucho de negocios, aunque aquí puede negociar poco. El infiltrado intenta desesperadamente y sin tino, con burdas maniobras, quebrar la resistencia gala, buscando apoyos en centuriones y comisionados ¡Qué poco nos conoce! Se le ha acabado el tiempo… Dicen que va camino de sus castillos en la Francia romanizada.


Los romanos se han reunido con algunos galos, engañados por el fulgor del metal y conspiran contra el gobierno de la Aldea ¿Están locos estos romanos?-dicen los galos. Marcus Scapus, que da la cara por sus jefes, sale trasquilado hacia Burjatorius. Unos cuantos legionarios, que han intentado asaltar repetidas veces el gobierno de un pueblo que vive en paz, no cejan en su intento de romanizar la aldea, azuzados por la tribu de los Especulatorius Rogistus, que pagan sus galeradas y pancartorums para hacer de nuestra aldea una “Godella d’Or” al uso romano. Sus nombres: Hipopotamus Propus, que acompañado de Paquetelargus y Caia Obtusus intentan artes legas sin mucho acierto. Lucilius Flordelotus, enviado especial del César, cada vez más disperso, aterriza en el campamento romano y los consejos de Tulius Octopus, Claudius Quintilius, Caius Capitopus y Julia Capitolina no le ayudan a centrar la estrategia contra los galos.


Denuncia tras denuncia… en la Fiscalía, en el Tribunal de Cuentas y en dónde más y hasta cuándo, nos preguntamos. Denuncia tras denuncia, una tras otra, archivadas, pues eran mentiras y producto de la estrategia berlusconiana del César Maximus, que ha sido vencido recientemente en la Lombardía.


Pero con esa estrategia, ¡oh, infelices! hacen patente su obsesion por acabar con el prestigio de los galos. Hace unos meses querían impedir que tuviéramos un Conservatorio Profesional de Música, que, por cierto, tampoco agradaba a Tornavis, encargado de retrasar  el asunto. Dijeron que era ilegal la creación del centro y la contratación de los profesores y para ello aportaron informaciones sesgadas, proporcionadas por Calígula Minus. Intentaron también, que se considerara ilegal el traspaso de dinero al OAM para pagar a los trabajadores. Comprobada toda la documentación, que presentó el gobierno de la aldea al fiscal, no hubo romano ni galo que no se diera cuenta de la estrategia utilizada. No había nada ilegal. Ahora, intentan acabar con la credibilidad gala a base de difundir falsedades sobre la situación de la hacienda municipal.

Y así andamos, envenenando ¡Por Tutatis! Vieja estrategia es la de difundir mentiras o medias verdades ¡A por Astérix, a por Obélix, a por los galos y galas! La culpa de todo, afirman un día y otro, la tiene, Abraracúrcix, jefe de los galos. Saben que la hacienda municipal goza de muy buena salud, vamos, que la aldea gala administra bien el dinero y sin embargo difunden con bulos lo contrario. Saben que nos oponemos a la cofinanciación del soterrament de las vías del tren y que no hemos cedido en cuatro años y no se sonrojan al negarlo ¡Mentirosos y zoquetes, estos romanos!

Un gobierno se fortalece con las obras que realiza, con las actividades que ofrece, con la protección de sus gentes y de su entorno. Y eso lo saben romanos y galos. Pero al PP de Godella no le gusta la culta Godella, ni su música-aún se recuerda en el foro romano la famosa frase de Paquetelargus “quien quiera música que se la pague”- ni tampoco sus calles limpias y recorren los caminos buscando basura para grabar un papirus-móvil.


Estos romanos que saben tanto de leyes, -como decíamos ayer- dejan caer frases, ideas, cifras, que sacarían de sus tumbas a tirios y troyanos, pues nada tienen que ver ni con la realidad, ni con la verdad. Acumulan legajos y legajos para intentar acabar con los galos. Pero el tiempo se ha acabado y no han conquistado Lutecia en cuatro años. Veremos en qué quedan estos romanos.

Desde la aldea gala, tras beber la poción del druida Panoramix y envueltos en la alegría de una campaña que termina y antes de empezar la fiesta, os pedimos el voto para los galos del PSPV-PSOE  de Godella, el 22 de mayo.


Hay godellenses irreductibles que siguen diciendo: ¿Están locos estos romanos

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